Acá me voy a quedar

De poesías y cuentos

Hasta que las mágicas dimensiones,
nos metan en el mosaico de sus pasiones…
¡Acá me voy a quedar!

Hasta que la rosa de los vientos se humedezca con
tu boca de torbellino sin rumbo.
Hasta volvernos el punto en un ritual embrujado.
Hasta que seamos parte del extenso conjuro del aquelarre.

Hasta exterminar la podredumbre
de las cortezas mal nutridas y
cubrir con musgos verdes
las espinas vivas.
Para que no nos claven nunca.
(nunca más)
Acá… hasta limar el sutil filo hiriente
de las punti-agudas andanzas que nos condenan.
Hasta revivir de a poco con savia la epidermis
de los tallos rotos.
De varias llegadas tuyas, de varias partidas mías.
En sucesivos etcéteras…
Acá me voy a quedar
contemplándote como a un dios fértil y febril
que huyó del tiempo greco.
A vos y a mi, las hadas del encantamiento en rozagantes
nubes azules con tendencias cursis nos persiguen, hay mucho
de que huir para poder equilibrarnos en este contemporáneo
espiral de grisáceos colores insípidos.

Acá me voy a quedar
Hasta que nuestra clave sea el sol
Hasta que nos convirtamos en peces rojos en el mar sin escamas.
Hasta que las olas de la saliva fluyan sin miedo
su espumante dosis de placer infinito.
Hasta que el calor fecundo entibie mis células madres
Hasta que tus semillas se conviertan en una sola flor
después de varios úteros de vaginas virginales,
sin tierras ni estiércol maduro.
Hasta que mis incógnitas sean reveladas.
Hasta que mi Sí, sea tu certeza
Y tu No mi verdad con tibieza.
Hasta que nos vuele el órgano cardiovascular en “dos en uno”
Hasta que tus labios sean mis ojos y vice-versos.
Hasta que pronunciemos “quiero” con la lengua
y el idioma correcto.
Hasta que tus dedos sean las llaves y los míos tu manojo.
Hasta quedarnos unidos a puerta cerrada.
Hasta que podamos ser y sentir absoluta-Mente-todo.
Acá me voy a quedar.

Natalia Benítez

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